Bienvenidos!!!

Hola, me considero una buscadora, de realidades, de respuestas, del mas allá...
Desde muy niña he sentido q la vida no tendría sentido si sólo se tratara de vivir ésta vida y al morir no quedara nada de nosotros...
He visto señales en el cielo y en la tierra...
Siempre fue muy difícil para mí tocar éstos temas con las personas q me rodeaban, pues ellos no lo compartían.
Me olvidé un tiempo de ésta necesidad de respuestas, pero hace unos años se me despertó de nuevo, sentí la necesidad de buscar nuevamente pero con mas ansias q antes, ésta vez sentí sed...
Comencé mi peregrinaje a través del joreim, reiki, conferencias, libros, material a través de internet, etc...
Aún estoy en la búsqueda... Mi meta es unir mi personalidad con mi alma y así vivir a través de las cualidades del alma. Gracias por recibirme, mucha luz y amor para todos.

Éste pretende ser un lugar de encuentro para compartir experiencias y unir nuestras Esencias Divinas, para conseguir la entera expansión de Nuestros Seres.

lunes, 27 de junio de 2011

SHAMBALLA, donde la Voluntad de Dios es conocida

Shambala La realidad de los grandes centros de energía del planeta también se está estableciendo paulatinamente como una posibilidad concreta y razonable. La Jerarquía espiritual del planeta, el “punto de Amor en el Corazón de Dios”, ya está siendo reconocida por muchas personas.

Puede transformarse en una realidad viviente para un creciente número de hombres y mujeres dedicados que sirven a sus hermanos.

Nos hallamos ahora ante la posibilidad de aproximamos al “centro donde la Voluntad de Dios es conocida”, Shamballa. Shamballa es el centro coronario planetario, así como la Jerarquía es el foco para el amor y sabiduría de la deidad.

La humanidad no podrá emplear con sabiduría el poder inherente a la voluntad espiritual hasta que no haya aprendido a amar sin egoísmo, y a desarrollar la comprensión y la compasión por todos los seres. El poder de amar y de vivir de acuerdo a valores y principios espirituales expande la conciencia, evoca al alma y allana el camino hacia la comprensión de la voluntad y propósitos divinos. Pensamientos Claves Shamballa es simplemente una palabra que encierra la idea de un vasto punto focal de energías acopiadas y reunidas por el Logos planetario, con el fin de crear una manifestación adecuada a Su intención en desarrollo y al servicio planetario.

Shamballa es un estado de conciencia o una sensible fase de percepción donde existe una aguda y dinámica respuesta al propósito divino.

Shamballa es el lugar donde se halla el propósito, propósito que no puede ser comprendido hasta que el Plan sea conocido.

Shamballa no es un Camino, sino un centro mayor de estados relacionados, y una energía relativamente estática -energía que la enfocada intención del Gran Concilio, actuando bajo el ojo directriz del Señor del Mundo- mantiene preparada para propósitos creadores.

Shamballa es el punto de mayor tensión sobre el planeta, tensión que expresa voluntad amorosa inteligente, libre de toda autovolición o prejuicio mental.

Shamballa es el principal agente receptor del planeta, desde el ángulo de la afluencia solar, pero al mismo tiempo es el principal punto distribuidor de energía desde el ángulo de los reinos de la naturaleza, incluyendo al quinto. Desde el punto de tensión se incorporan y, finalmente maduran, mediante los procesos de evolución, el canon de la vida y la Voluntad del Logos planetario.

Shamballa es el centro coronario, simbólicamente hablando, de nuestra Vida planetaria, enfocando su voluntad, su amor y su inteligencia en una gran y fundamental Intención, y manteniendo ese punto enfocado durante todo el ciclo de vida de un planeta. Esta gran Intención personifica el propósito actual y se expresa por medio del Plan. El único lugar de completa paz es “el centro donde la Voluntad de Dios es conocida”. La Paz como expresión de la voluntad de Shamballa, produce equilibrio, síntesis y comprensión, más un espíritu de invocación, siendo básicamente una acción que origina una reacción. Esto se manifiesta como el primer gran trabajo creador y mágico de que es capaz la humanidad, llevando los tres aspectos divinos a una actividad simultánea de acuerdo a la Voluntad de Dios.

La Fuerza de Shamballa La fuerza de Shamballa, el fuego de la “Voluntad al Bien”, está a disposición para ser empleada correctamente, pero el poder de expresarla reside en su comprensión y uso grupales. Durante este siglo, esta fuerza ejerció su primer impacto directo sobre la humanidad; había influido sobre la raza humana en etapas anteriores, pero sólo luego de ser aminorada, filtrada y modificada por el gran centro planetario de la Jerarquía.

Este impacto directo tuvo lugar en el año 1975 y en el 2000, y ocurrirá nuevamente en el año 2025, pero los riesgos no serán entonces tan grandes como en los impactos anteriores, debido a la madurez espiritual de la humanidad.

Cada vez que esta energía incide sobre la conciencia humana, se manifiesta con mayor plenitud algún aspecto del Plan divino. Es la energía que introduce la síntesis, la que mantiene unidas a todas las cosas dentro del círculo del amor divino. Desde sus últimos impactos, el pensamiento humano, como nunca antes, ha incrementado su interés en el establecimiento de la unidad y en el logro de la síntesis en todas las relaciones humanas, y un resultado de dicha energía ha sido la creación de las Naciones Unidas.

La energía de Shamballa guarda relación con la vivencia o cualidad de vida de la humanidad, la cual se expresa mediante la conciencia y la forma. Atañe al establecimiento de correctas relaciones humanas, y es esta influencia, la que abre las mentes humanas a la realidad del Plan de Amor y de Luz. El aspecto voluntad puede ser contactado sólo desde el plano mental, y por consiguiente, únicamente quienes trabajan con y a través de la mente pueden comenzar a apropiarse de esta energía. Aquellos que responden a la fuerza de Shamballa se aproximan estrechamente a la energía del fuego.

El fuego es el símbolo y la cualidad del plano mental; es un aspecto de la naturaleza divina. Tres grandes energías tienen su foco en Shamballa, la sede del fuego: 1. La energía de Purificación: es el poder, innato en el universo manifestado, que gradual y paulatinamente adapta el aspecto sustancia a lo espiritual. Ello implica la eliminación de todo lo que obstaculice la plena expresión de la naturaleza de la divinidad. 2. La energía de Destrucción: una destrucción que retira o reemplaza las formas que aprisionan la vida espiritual interna y ocultan la luz interior del alma. 3. La energía de Organización: esta es la energía que dio origen al impulso que produjo la manifestación. La relación entre espíritu y materia, cíclicamente y bajo la ley, crea el mundo manifestado como campo para el desarrollo del alma, y como un área en donde se realiza el propósito divino por intermedio del Plan.

La fuerza de Shamballa, por lo tanto, es el foco para la Voluntad al Bien, la cual conduce a las correctas relaciones humanas y al establecimiento de la paz sobre la Tierra. La Cooperación con la Voluntad al Bien El potente primer rayo de voluntad o propósito, está despertando hoy a la actividad, con su creciente efecto sobre las mentes y las “pequeñas voluntades” de los seres humanos. La respuesta es compatible con la cualidad de la mente y la intención de la voluntad humana. Como demostración de la benéfica voluntad de Dios, esta poderosa energía tiende a destruir toda forma que impida el surgimiento de un mundo nuevo y mejor; actúa como una fuerza sintetizadora que produce la unión de todas las partes separadas de vida y conciencia. Ejerce un profundo efecto sobre el campo de la política, así como sobre la conciencia de quienes se ocupan de todos los aspectos del gobierno en cada nación del mundo.

La energía de Shamballa es una demostración de la Voluntad de Dios, en su poderosa vitalidad espiritual. La voluntad al bien anima a todo el proceso evolutivo, un proceso en el que la humanidad puede hoy participar inteligentemente. Una cooperación activa y efectiva es la que proporciona la meditación grupal. El tema de la voluntad al bien, la revelación de la voluntad divina, y la receptividad y distribución grupales de la fuerza de Shamballa, como una energía estabilizadora y sintetizadora en el mundo de los asuntos humanos, pueden crear un punto focal de meditación poderosamente evocativo.

La misma Jerarquía espiritual del planeta está interesada en el inminente impacto de la fuerza de Shamballa sobre la conciencia humana. Ahora, un gran número de hombres y mujeres pueden cooperar conscientemente con la Jerarquía en este acontecimiento planetario, mediante la meditación y el empleo regular y deliberado de La Gran Invocación. Una experiencia de Shamballa por Vicente Beltrán Anglada “…El día que pude introducirme en una de aquellas misteriosas galerías subterráneas, iba acompañado por R., mi amigo hindú, un Iniciado en los altos misterios de la Logia y un valioso colaborador en la obra del MAESTRO. Hace de esto muchos años pero guardo de aquella experiencia mística de SHAMBALLA un recuerdo imborrable….

Las paredes de aquella galería por la que habíamos penetrado, refulgían intensamente reflejando una intensísima luz azulada pero que, curiosamente, no hería mis percepciones visuales. No surgía aparentemente de ninguna lámpara, lo cual no dejó de intrigarme aunque no hice pregunta alguna al respecto a mi ilustre guía quien, como si me hubiese escuchado, me dijo sonriendo: “Esta luz es consubstancial con el éter, la sustancia primordial que llena todos los universos, la cual, en este nivel donde nos encontramos, emite una sustancia radiante desconocida por completo por los científicos del mundo, que ilumina todos los cuerpos que logran introducirse en él o que forman parte de su contenido. La luz eléctrica utilizada en el mundo físico debe ser canalizada o distribuida por medio de cables y complicados sistemas de conducción. Sin embargo, en los niveles sutiles del plano físico, la luz es producida por la fulguración del éter o materia radiante y constituye la base de la iluminación en tales niveles.

El tono azulado de esta irradiación que percibes es una característica radioactiva del subplano etérico donde nos hallamos. Cada uno de los subplanos de cada plano en la vida de la Naturaleza ofrece una definida particularidad lumínica y es precisamente por esta luz que irradia de estas fuentes, que sus características vibratorias pueden ser definidas y cualificadas por los hábiles observadores. Antes de introducirnos en esta misteriosa galería a la cual hago especial referencia por constituir una experiencia personal muy directa, nos encontramos ante una pesada puerta de piedra de unos tres metros de alto por dos de ancho. De espaldas a ella y mirando hacia nosotros en actitud fiera y con disposición de atacarnos, dos gigantescos ASURAS, nos cerraban el paso.

Iban armados con lo que a mí me parecieron sendas horcas o afilados tridentes, cuyas agudas puntas de un metal muy brillante estaban dirigidas hacia nosotros. Bastó sin embargo, que mi amable guía pronunciase un indefinible aunque agudísimo mantram para que depusiesen inmediatamente su actitud y se apartasen respetuosamente cada cual a un lado de la puerta. Esta fue abriéndose entonces silenciosamente y penetramos en otra galería menor que nos condujo a una estancia muy espaciosa e intensamente iluminada donde se hallaban reunidas muchas personas todas ellas en místico y religioso silencio.

Nadie pareció advertir nuestra presencia pero mi amigo R. tomándome del brazo me condujo a un lugar determinado donde pude distinguir a algunos de mis condiscípulos más avanzados del Ashrama, quienes me sonrieron muy afectuosamente. Esta fue la primera vez en esta presente vida que penetré conscientemente en uno de los Santuarios secretos de SHAMBALLA.

Me enteré a su debido tiempo de que aquella “Estancia” estaba destinada a infiltrar fuerza y responsabilidad en el alma de los discípulos espirituales del mundo, convenientemente cualificados en el orden interno.

La Fuerza y la Responsabilidad constituyen los dos ejes mágicos de la evolución superior del discípulo, alrededor de los cuales se van tejiendo sus características de Servidor del Plan.

No creo traicionar secreto alguno de orden iniciático al referir lo que aconteció en aquella misteriosa estancia donde había sido conducido y en la cual confluían, según pude apreciar, siete galerías como aquella por la que habíamos llegado allí, lo cual me hizo pensar si tendría que ver este número de galerías con las cualidades de Rayo de los discípulos que allí nos habíamos congregado.

Lo que si he de advertir es que desde el momento mismo en que había penetrado en aquella Estancia, mi mente se había sentido más profundamente despierta y mi corazón más lleno de amor impersonal. Algo profundamente sutil, infinitamente inenarrable, estremecía desde sus más profundas raíces los vehículos sutiles de mi conciencia. En aquel sagrado lugar se respiraba un clima de intensísima, pero al propio tiempo, serena expectación y el rostro de todas las personas que veía a mi alrededor traslucía una profunda calma y una paz serena.

Yo, al igual que todas ellas, me encontraba silenciosamente recogido, sin noción alguna de tiempo que alterase aquel estado de conciencia. Mi paz formaba parte en aquellos momentos de las infinitas leyes de participación cósmica que enlazan la vida de Dios con la de todas Sus criaturas, conscientes de Su infinito Amor. La indescriptible paciencia de SANAT KUMARA, cuyos días suman muchísimos miles de años, formaba parte de aquella augusta y serena complacencia mística que el MAESTRO denomina “serena expectación” y que resiste imperturbable el paso incesante de las edades de la evolución o de aquellos indescriptibles mantos de eternidad con los que EL SEÑOR DEL MUNDO recubre todas Sus vastísimas expresiones…

La misma luz azulada, aunque mucho más intensa, que la que iluminaba las galerías que incidían en aquella estancia, brillaba allí con más augustos resplandores. Había en el centro de ella una especie de altar en donde unos brillantes devas dorados quemaban indefinibles substancias que, al contacto con una llama ígnea de intensísimo color violeta que surgía misteriosamente del centro de este altar, -el cual aparentemente estaba construido de cristal de roca finamente labrado- esparcían penetrantes perfumes etéricos que eran absorbidos ávidamente por mis vehículos sutiles y les dotaban de una cálida y desconocida energía.

Mi distinguido e inefable guía me dijo en aquellos momentos: “Retén, por un acto de conciencia, toda la energía etérica que te sea posible asimilar de estas esencias volátiles; son emanaciones directas del Aura del SEÑOR DEL MUNDO que los Devas, que estás viendo, cuidan de modificar por medio de ciertas esencias vegetales para que sus esencias etéricas puedan ser absorbidas sin peligro por los discípulos mundiales que aquí se hallan congregados”. Por lo que me fue dado percibir y comprender de aquella inefable experiencia, aquella Estancia no era lo que esotéricamente podríamos definir como “Cámara Iniciática” sino más bien un lugar apropiado para entrenar a los discípulos mundiales en la ciencia infinita de la integración superior, sin la cual sería imposible acceder a las Iniciaciones jerárquicas…

Era preciso, sin embargo, haber recibido dos iniciaciones menores o preparatorias, antes de poder penetrar en ésta o en alguna otra estancia similar y recibir los sagrados dones de la Fuerza y de la Responsabilidad. Me sentí profundamente emocionado al advertir cuán potentemente adivinaba allí el devenir de las cosas, aún las más profundas y en un momento inefable que jamás olvidaré, sentí resonar dentro de lo más íntimo de mi ser las cálidas y musicales palabras del MAESTRO, exhortándome a estar muy atento al desarrollo de la experiencia que iba a tener lugar ante mí… Percibí entonces que al otro lado del altar se habían materializado etéricamente tres elevadas Entidades espirituales, Adeptos de la Jerarquía y Servidores de SHAMBALLA. El que ocupaba el centro y parecía de más elevada jerarquía nos miró complacido y después de hacer un signo mágico como de bendición, empezó a hablarnos. Al principio no comprendí nada de lo que estaba diciendo, ya que el idioma en que se expresaba me era completamente desconocido.

Después, a medida que iba hablando, fui enlazando coherentemente las palabras que iba pronunciando hasta que, finalmente, comprendí claramente y en mi lengua materna, el catalán, todo cuanto iba diciendo. El contenido claro y profundo de Sus palabras iba llenando mi corazón de un nuevo sentido de valores internos. Las ideas llegaban fácilmente a mi corazón pues era mi corazón el que estaba realmente escuchando, liberándome del hábito humano de formular conclusiones mentales. La síntesis de lo que nos estaba diciendo era que “habiendo sido capaces de franquear la entrada que conducía a aquella Estancia en la que se liberaba para utilidad mundial una energía específica del SEÑOR DEL MUNDO, se nos abría ahora la oportunidad de adquirir una fuerza todavía superior a la adquirida anteriormente por medio de nuestros particulares esfuerzos dentro de la difícil vía del discipulado: una fuerza que está latente en lo más profundo del ser y que la GRAN FRATERNIDAD BLANCA del planeta denomina “el Espíritu de COMPASION”. Merced a esta energía, que está más allá de toda comprensión humana actual y de todas tas cualidades espirituales hasta aquí desarrolladas en el intento de la Búsqueda, (ya que constituye la base y sostén de este Universo) -nos iba diciendo el MAESTRO- deberéis conquistar ahora el sentido íntimo de la Responsabilidad espiritual sin el cual la Fuerza, por potente que sea su impulso, se perdería fatalmente por los fáciles vericuetos del “maya” de los sentidos, de los arrebatos emocionales o de una mente codiciosa de bienes inmortales o de simples conocimientos esotéricos… El PODER y la RESPONSABILIDAD han de constituir los dos brazos de vuestra balanza interna como discípulos, pero en el centro de la misma ha de hallarse siempre el espíritu de COMPASION, merced al cual toda acción individual emprendida llevará el sello del propio DIOS.

Por la COMPASION iréis descubriendo el eterno secreto de SINTESIS que ha de llevaros a las más elevadas Iniciaciones”. Al finalizar Su breve alocución quedó el MAESTRO unos momentos en silencio, durante los cuales estuvo observándonos profundamente “abrasando nuestro corazón con el fulgor de Su mirada”, tal como místicamente se nos dice que sucede cuando el Iniciado ha de enfrentar por vez primera la Faz resplandeciente del SEÑOR DEL MUNDO, el INICIADOR UNICO, en nuestro planeta. Esta cita mística es sólo un pequeño dato de referencia para expresar con palabras un profundo acontecer que es imposible comprender fuera de la propia experiencia…

Después de aquella etapa de silencio, en la que me sentí tan profundamente escrutado, los tres grandes SEÑORES emitieron un Mantram especial, lleno de misteriosos e inexplicables sonidos, a cuyo conjuro la Estancia resplandeció con nuevos y más potentes fulgores y una energía espiritual de rara y desconocida cualidad se adueñó de nosotros, dotándonos de un nuevo y más profundo sentimiento de amor hacia la humanidad.

Finalmente, el extraordinario SER que ocupaba el centro del altar, nos bendijo con un amplio y singularísimo ademán que unificó nuestros corazones dentro de un espíritu de Compasión indescriptible.

Cuando regresé a mi cuerpo físico, mi cerebro guardaba fidedignamente todas aquellas místicas escenas pero por la mañana al despertarme me fue imposible recordar o hacer conciencia de los acontecimientos espirituales vividos durante la noche…

El recuerdo perfecto y sin vacíos de aquella experiencia vino más adelante, cuando un más estrecho contacto con el Maestro y una más profunda comprensión de Sus enseñanzas en el Ashrama, fueron clarificando mi mente y redimiendo sustancia kármica acumulada sobre mis vehículos sutiles…” De mis apuntes sobre la “Interioridad del Ashrama

No hay comentarios:

Publicar un comentario